¿De qué se compone el ojo?

 

Los elementos principales que componen el ojo son:

 

La retina

La retina, formada por dos tipos de fotorreceptores, los conos y los bastones, es la capa sensible sobre la que se forman las imágenes. Es ella la que transforma la luz en señales eléctricas, transmitidas por el nervio óptico al cerebro que reconstruye la imagen observada.

 

La córnea

La córnea, la principal lente del ojo, es una membrana sólida y transparente a través de la cual la luz entra al interior del ojo. Compuesta por más de un 78 % de agua, es la parte abombada del ojo que se encuentra delante del iris (parte coloreada más visible). Representa los 2/3 de las funciones ópticas del ojo.

 

El cristalino

Es una lente transparente biconvexa que representa el 1/3 de las funciones ópticas del ojo. Su particularidad reside en que puede deformarse bajo la acción del músculo ciliar, lo que supone una variación de su potencia: es la acomodación.

 

La pupila

Es el agujero circular situado en el centro del iris y cuyo diámetro varía en función de la luz.

 

El iris

Verdadero diafragma del ojo, perforado en su centro por la pupila, es un músculo que hace variar la abertura de la pupila (entre 2,5 y 7 mm) en función de la cantidad de luz que penetra en el ojo.

El ojo, órgano receptor de la visión, tiene la función de convertir la información que recibe (luminosidad, color, etc.) en impulsos nerviosos que luego se transmiten al cerebro a través del nervio óptico.

La visión normal

 

Para que un objeto observado sea nítido, su imagen debe formarse exactamente sobre la retina.

 

Es el caso del ojo emétrope, que representa la referencia y cuyo defecto es nulo.

 

Por lo tanto, tiene necesidad de 0.00 dioptrías de graduación para ver nítidamente de lejos y no lleva ni gafas ni lentes de contacto. Los ojos muy rara vez son emétropes, salvo después de las operaciones.